Los jugadores de baja estatura no deben descartarse de un equipo por sí mismos. Y es que si bien tienen una obvia desventaja en algunas posiciones, también pueden aportar en velocidad y talento, con lo que pueden compensar, además de la manera diferente con la que ven el juego pues además pueden ser buenos en asistencias con facilidad.
El estratega Bernardo Fitz González usa mucho este tipo de jugadores, pero asegura que todo depende de si el balón se mueve más y el propósito de estrategia, de cómo se mueven los jugadores y de si cada vez que se pasa se mueven. “No todos (los equipos dependen de jugadores bajos) y por ejemplo Phil Jackson tenía jugadores altos y el más bajito en Chicago Bulls, con Jordan, era un jugador de 1,98. Se puede armar un buen equipo también con jugadores altos y eso depende del sistema que se tenga”, explica.
Eso sí, reconoce que sus dos equipos en Colombia ha tenido un valor agregado en los jugadores bajitos gracias a que el contraataque se convierte en una excelente arma. “Muchas veces se necesitan jugadores con esa velocidad como Rodrigo Caicedo o Leonardo Salazar, que se pueden convertir en indispensables en los equipos”, explica y destaca que precisamente estos jugadores pueden ser referentes en el país para quienes sean de baja estatura y crean que pueden dar una mano en sus equipos.
González afirma que lo más importante son las capacidades que tenga y si sabe jugar al baloncesto habrá una excelente oportunidad de ser parte vital y fuerte en un equipo.
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