Un crossover es esa cualidad de movimiento con la que un crack muestra su cualidad. Ese arte de engaño en el que por medio del regate se elude a un rival, haciéndolo seguir de largo, para quedar con libertad de avanzar, lanzar para anotar o para pasar a un compañero. Por eso, acá le damos algunos puntos básicos para ejecutarla de manera eficaz.
Lo primero es practicar muy bien el dribleo y el dominio de balón para que al desubicar al contrario no perdamos la pelota naranja de nuestro control. Ese manejo con ambas manos es determinante para finalizar con éxito.
La forma más efectiva de fingir es hacerlo llevando la pelota hacia el lado al que se está driblando, siempre vigilando la movilidad de su cadera y parte central con lo que se identificará el mejor momento. Con las manos y piernas, el defensa buscará distraer y confundir, pero si la cadera gira hacia el lugar que se fingió se habrá logrado el objetivo del engaño. Ojo, no sobra intentar hacer este mismo ejercicio hacia el lado que no es dominante con el fin de tener más variantes.
Otro momento para hacer un dribleo en cruce (como también se le llama al crossover en español) es cuando el balón está en el aire. Algunos dan un salto pequeño para simular que se moverán hacia su lado dominante. Con el balón en la mano, el movimiento no debe ser el drible, solo se debe fingir.
Durante el crossover facilita mucho tener el adelante el pie del lado dominante y mantener la pelota relativamente lejos, aunque con cuidado de no perderla ante el rival. Es determinante no sr obvio ni mirar la pelota como intuyendo el movimiento, por lo que la mirada debe estar en el defensa.
Finalmente, cuando el contrario haya caído en el engaño de movimiento, cruzar con velocidad el balón a la otra mano le dará el toque clave para la ejecución de nuestra siguiente jugada, con lo que tendremos un crossover exitoso. La práctica de este cierre servirá para que su ejecución sea por completo satisfactoria y ahí será todo un maestro en el tema.
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