Evite lesiones y mejore su rendimiento en la cancha con una rutina tan básica como el estiramiento, que puede ser determinante en la práctica de un deporte tan exigente como el baloncesto.
Y es que hay detalles que son reveladores como que mantener posiciones rígidas por mucho tiempo puede hacer que los músculos esqueléticos, aquellos que están unidos al esqueleto, estando en reposo pueden acortarse hasta dos tercios de su longitud con lo que se pierde movilidad.
Al realizar el estiramiento se alarga y pone en tensión a esos tejidos blandos del llamado aparato músculo esquelético, con lo que se logra devolver la longitud original a ese músculo que está acortado. Es así que el rendimiento del músculo se extiende al máximo cuando es requerido por los movimientos y de paso se previenen más las posibilidades de distensiones o inflamaciones.
Estos ejercicios previos en el calentamiento y posteriores en el enfriamiento son determinantes en el comportamiento del cuerpo. Es así que sin necesidad de darle una mejoría como tal al músculo, le asegura un mejor rendimiento gracias a que este tendrá una mejor reacción. Un estiramiento correcto ayuda a que no se active el reflejo de tracción y ayuda a evitar daños musculares.
Cabe destacar que los estiramientos de manera suave permiten que haya reducción de la tensión muscular y que se mantenga la flexibilidad, punto determinante para todo jugador de baloncesto. De hecho, un trabajo de forma agresiva puede producir lesiones y por eso al hacerlo se debe ejecutar gradualmente, sin tirones sino con leves giros o rebotes.
Por eso, bienvenido un buen estiramiento como la clave para la práctica del baloncesto, para salir y disfrutarlo en la cancha más cercana.
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