Jugar una final es una de las mejores experiencias para cualquier jugador en todos los deportes. Pero también implica mucha presión, por lo que el trabajo mental para afrontar este reto es casi o tan importante como la preparación física.
Por eso Jaime Ortiz, asistente técnico de Llaneros de Villavicencio, nos cuenta los aspectos claves para lograr que un equipo y sus componentes entren motivados y fuertes mentalmente para las finales:
1. Un coach debe tener la plena confianza en su trabajo, en lo que ha desarrollado a lo largo del torneo. Los partidos se ganan en los entrenamientos, y desde allí hay que creer con fe ciega en que el equipo puede ganar.
2. Siempre se debe mantener una actitud positiva, así se empiece perdiendo. Un jugador de baloncesto jamás puede dar nada por sentado, tiene que correr a defender así el jugador en ofensiva le lleve diez metros de ventaja.
3. Debe estar atento a las señales del otro equipo: saber leer angustias, debilidades, presiones del rival y con eso ser capaz de manejar los ritmos del juego.
4. La menor cantidad de errores en un juego es la que generalmente determina el ganador, por eso la concentración a la hora de entrar al terreno es vital. Eso se trabaja desde que se llega al coliseo para disputar el partido.
5. La motivación es algo personal: cada jugador debe saber lo que ha hecho y de lo que es capaz. A los jugadores se les pide que se mantengan en lo que han estado haciendo bien para que las posibilidades de que jueguen mejor crezcan cada vez más.
Como punto adicional, el asistente técnico dice que el equipo se debe mantener junto, sentirse como una familia para entrar todos en armonía y con fuerza para enfrentar la gran final.
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