El armador o base de un equipo de baloncesto asume una de las tareas más difíciles en este deporte. Tiene que anotar, defender y hacer buenas jugadas, pero también debe pensar por todo el equipo, ponerlos a jugar a todos y armar acciones colectivas. Estas son algunas cualidades que identifican a este jugador.
Debe ser un entrenador en el campo, asumir este papel y hablarle siempre a sus compañeros para que se entiendan todos en la cancha
Saber leer al rival es clave para el armador. Si sabe cómo juega en defensa y ataque, puede hablarles a los jugadores de su equipo que tomen ciertas posiciones para no dejar al contrario jugar cómodo.
Aunque todos quieren llegar al aro y encestar, en esta posición el base debe quedarse más que todo afuera del área para poner al resto del equipo cerca de la anotación.
Hay que ser un líder natural para jugar de base: no solo como ‘segundo’ coach, sino evitar peleas, tomar decisiones, dialogar con los jueces y reúne al equipo cuando se necesite.
En defensa tiene que armar al equipo para presionar y que sus compañeros traten de robar el balón. Por supuesto el base puede hacerlo, pero su tarea principal es esa: administrar la presión.
Las asistencias son comunes para los armadores: tienen la capacidad de saber a dónde debe ir el balón para que otro jugador lo tome y enceste. No siempre son pases directos: son expertos en usar el llamado ‘pase al vacio’.
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